Shanti Mantra


Om sahanaa vavatu sahanau bhunaktu
Sahaviryamm karavaavahai
Tejasvina vadhitha mastu maa vidvishaa vahai
Om shanti shanti shanti

Que la divinidad nos proteja a ambos (maestro y estudiante).
Que él nos nutra a ambos.
Que ambos adquiramos la capacidad de estudiar y comprender.
Que nuestro estudio sea brillante.
Que haya una relación de armonía entre ambos.
Om, paz, paz, paz.

Al comienzo de una clase, el maestro y sus estudiantes recitan juntos este mantra a modo de consagrar el tiempo-espacio de la clase. Piden ser bendecidos para que el proceso de estudio esté libre de cualquier obstáculo, tal como memoria deficiente, la falta de habilidad para concentrarse o mala salud. También piden bendiciones para lograr una relación constructiva, sin la cual la comunicación del tema en cualqluier materia que sea se dificulta enormemente. Siendo así, Shanti Mantra es una plegaria sumamente importante tanto para el discípulo como para el maestro.

Asatoma Mantra



Om asatoma satgamaya
Tamasoma jyotir gamaya
Mitryorma amrutam gamaya

Que la luz eterna nos lleve
de lo irreal a lo real
de la oscuridad a la luz
de la muerte a la inmortalidad

Poco a poco, según vamos entendiendo que todo en el mundo, todas las relaciones mundanas, todas las cosas son siempre cambiantes y no permanentes, nuestra actitud hacia el mundo cambia. Aumentamos el desapego. Según vamos adquiriendo desapego, nuestros deseos también disminuyen de manera natural porque sabemos que las cosas del mundo no son permanentes y no pueden darnos una felicidad duradera. Conforme disminuyen los deseos, la mente cada vez está menos agitada. Gana serenidad, tranquilidad, paz. Entonces, con esta mente sosegada, sutil y penetrante finalmente podemos llegar a realizar nuestra verdadera naturaleza.

Surya Namaskar: Saludo al Sol


Surya Namaskar es una reverencia al sol, símbolo creador de vida y considerado por la tradición espiritual yóguica como una deidad. Todo saludo es un homenaje a algo trascendente, el saludo al sol reverencia la vida, nuestra luz interior y el regalo de un nuevo día. Representa una salutación respetuosa y humilde al Señor Sol: El Dador de vida. El gran Justo que sin distinguir, da Luz. Es él quien permite la vida en este hermoso planeta, que es nuestra casa, nuestra benefactora, nuestra proveedora, nuestra Madre. Originalmente los saludos al sol se practicaban en la madrugada, con una actitud devocional, mirando hacia el Este y se repetían 108 veces.
A nivel psico-físico Surya Namaskar ejercita todos los músculos dándole flexibilidad a la columna vertebral, activa la circulación, calienta y flexibiliza todo el cuerpo, sincroniza los grandes sistemas nerviosos (simpático y parasimpático), masajea las vísceras (hígado, estómago, bazo, intestino y riñones), normaliza la actividad de las glándulas endócrinas (especialmente la tiroides), centra la mente en el presente y facilita la concentración y la calma. El estiramiento y la respiración rítmica, juntos, relajan el cuerpo disminuyendo el estrés y la tensión.
Si se ejecuta con la actitud adecuada el saludo al sol ayuda a crear una atmósfera mental sáttvica o pura, centrando la mente en el presente.

Chakras y kundalini


“Chakra” se traduce del sánscrito como "remolino o rueda" y son vórtices o centros vitales que se encargan de generar, absorber, acumular, transformar y distribuir las energías en el organismo.
Realizan la comunicación y el intercambio entre el cuerpo sutil y el cuerpo físico. Por medio de los Chakras, el Prana (cuando se escribe con mayúsculas se refiere a la energía cósmica) puede ser absorbido y transformarse en energía vital para el cuerpo físico o convertirse en energía psíquica (pensamientos, emociones, etc.). Los chakras son el puente por donde la energía se transmuta y pasa de un plano a otro según las diferentes necesidades y momentos de la vida cada persona.

Cada Chakra está relacionado con un determinado nivel de conciencia, abarcando desde los aspectos instintivos (Chakras inferiores), el plano de lo afectivo (Chakras intermedios), y las cualidades más sutiles de la conciencia intuitiva (Chakras superiores). La vibración energética también varía de uno a otro. La del Chakra base (Muladhara) es la más lenta, aumentado la velocidad y sutilidad en cada centro, a medida que se asciende hacia Sahasara, el chakra superior.
Cuando se realiza una concentración directamente sobre el chakra, automáticamente se establece una corriente pránica hacia él y el consecuente incremento de su actividad.

En la estructura del ser humano existen infinidad de Chakras, pero siete son los más importantes, y con los que se trabaja en las prácticas de Yoga. Estos Chakras principales están alineados en el eje central y son los siguientes:

1- Muladhara, situado en el perineo/cérvix, y que es la residencia de kundalini.
2- Swadhisthana, ubicado en la base de la columna.
3- Manipura, situado al nivel del ombligo.
4- Anahata, localizado a la altura del corazón.
5- Vishuddhi, situado a la altura de la nuez.
6- Ajna, situado en el centro del cráneo a la altura del entrecejo.
7- Sahasrara, localizado en la parte superior de la cabeza (la coronilla).

La Kundalini o el poder de la serpiente es una concentración de energías divinas y primordiales cuyo despertar es la raíz y corazón del Yoga. Se trata de nuestro potencia espiritual dormido. Tiene su base en el primer Chakra (Mûlâdhâra) y se encuentra simbólicamente enrollada tres veces y media alrededor de él.
La finalidad del Hatha Yoga es despertar a la serpiente y desenroscarla dirigiéndola hasta el séptimo Chakra para unir cuerpo y espíritu en un intento de integrar los dos principios opuestos de materia y espíritu, tierra y cielo, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano individual. En términos tántricos estos principios serían shiva (el principio masculino) y shakti (el principio femenino).
En el proceso de la evolución espiritual, cuando la kundalini despierta, se eleva en un movimiento espiral y, a su paso por Sushuma Nadi, el canal central, va activando los diferentes Chakras, generando niveles de conciencia más elevados. Culmina su viaje en Sahasrara, donde se funde con la Conciencia Pura, produciendo el estado de Conciencia Cósmica (Samadhi).
Como los chakras suelen estar bloqueados, funcionando a un nivel muy bajo, antes de despertar la kundalini, deben ser purificados y ajustados a las altas frecuencias vibratorias que tendrán que soportar. Una vez realizada la adecuada preparación la kundalini podrá subir correctamente y lograr su destino sin ocasionar problemas.
El trabajo sobre los centros psíquicos o Chakras debe ser motivado por un ideal estipiritual puro y altruísta, de elevación de la consciencia y entrega hacia lo alto.

Yamas y Niyamas


Principios universales y preceptos individuales, de acuerdo a Patañjali.

La persona común es incapaz de aislarse de forma absoluta de su entorno. Por esta razón, en los Yoga Sūtras se recomienda una línea de sentimientos a desarrollar ante distintas actitudes de los demás que pueden presentarse y afectar al yogui.
La mente se pacifica produciendo amistad, compasión, alegría y ecuanimidad hacia situaciones de felicidad, desgracia, mérito y demérito, respectivamente.
El yoga no dispone de un orden moral estructurado “desde fuera”, pero sí proporciona una línea general de conducta ante los demás y ante uno mismo; toda moralidad existe para el yogui en función de la liberación, que es el único bien absoluto. Los Yamas y Niyamas conforman la guía ética del yoga. En occidente,cada vez más, sirven de base para un código ético de conducta entre profesores de yoga y entre éstos y sus alumnos.


Yamas (principios universales)


Las abstenciones son: abstenerse de causar daño, de mentir, de robar, de placeres sensuales y de riquezas.

1. Ahimsa: amabilidad, no-violencia, compasión por uno mismo y por los demás. Ser consciente de cómo nos tratamos a nosotros mismos, a los otros y al entorno. Hay que relacionarse con todo y en todos los sentidos con extremo cuidado. Nos dañamos a nosotros mismos cuando tratamos sin respeto a los demás seres vivos y al medio ambiente. No causar daño (ahimsa) es la actitud fundamental. Aunque su estimación sea muy subjetiva, esta actitud debe tomarse en sentido amplio ya que con su práctica el yogui tiende hacia la armonía y la serenidad emocional. Realmente, no es posible actuar sin ocasionar absolutamente daño alguno; la recomendación consiste en optar siempre por la acción menos dañina para los demás. Actuando así, poco a poco se extenderá dicha actitud en el entorno.
Cuando la abstención de ocasionar daño se establece en el yogui con firmeza, se abandona toda hostilidad en su presencia.(Yoga Sutras II.35)

2. Satya: verdad de pensamiento, palabra y comunicación. Formular palabras antes de decirlas. Hay que decir la verdad cuando y solo cuando es buena para los demás. Comunicarse con sinceridad (satya) es otra condición fundamental para relacionarse con los demás; implica valor y dominio de sí para armonizar los actos que se ejecutan con las palabras pronunciadas; sin embargo, al estar sometida a la actitud anterior, la palabra que se profiera nunca debe suponer un perjuicio para otro. Hay que decir la verdad cuando y solo cuando es buena para los demás. Una vez arraigada, esta actitud también se extiende en el entorno.
Cuando la abstención de mentir se establece en el yogui con firmeza, las acciones y sus frutos están en conexión (Yoga Sutras II.36).

3. Asteya: no robar, no tomar lo que se sabe que no es nuestro. El robo es el resultado de creer que nos falta algo, lo cual es contrario a la ley universal de la abundancia. Primero, hay que rechazar el deseo de apropiarse de lo que no es nuestro; más adelante, hay que trabajar para cambiar la creencia interior que
conduce a tal deseo. La honradez (āsteya) supone el control del deseo por lo material. Tiene que ver con el respeto a los otros, con la humildad personal y con la confianza que paralelamente desarrollan los demás ante una persona honrada.
Cuando la abstención de robar se establece en el yogui con firmeza, surge ante él toda clase de riquezas (Yoga Sutras II.37).

4. Brahmacarya: moderación sexual, conservación de la energía, abstinencia, celibato. Evitar los excesos sexuales, que suponen la forma más rápida de agotar las fuerzas vitales y desviar al yogui de su camino. No se niega la sexualidad, pero no hay que ser gobernado por ella. El yoga permite liberarse del apego a la
sexualidad sin negar sus virtudes .Brahmacarya, el control sensual, supone perseverancia en el camino hacia la verdad; es la constancia en la práctica del camino elegido ante las dificultades externas que puedan presentarse. Tradicionalmente se ha llegado a identificar con la castidad puesto que, de acuerdo con su etimología, la palabra hace referencia a la adopción de la forma de vida del seguidor de Brahma, es decir del monje hindú errante, el cual mantenía generalmente voto de castidad. Sin embargo, debe tomarse en un sentido mas amplio (como todas estas recomendaciones de conducta) y adaptarse al entorno social y temporal del practicante. En este sentido, implica el control de los placeres sensuales de todo tipo, para que éstos no dominen al yogui y lo aparten de su práctica. Esta actitud desarrolla la energía necesaria para avanzar en la práctica.
Cuando la abstención de placer sensual se establece en el yogui con firmeza, se adquiere gran vitalidad (Yoga Sutras II.38).

5. Aparigraha: confianza en uno mismo, no atesorar, no acaparar, no codiciar, generosidad en espíritu y acción. Aceptar estrictamente lo que se necesita y rechazar el resto. No gastar energía deseando lo que otros poseen (envidia). Autoresponsabilidad (entender que creamos nuestra vida a cada momento), actuar
para progresar y conectar con el sentimiento interno de totalidad, son requisitos indispensables para el desarrollo de aparigraha. Aparigraha significa “recibir exactamente lo que es justo” a fin de no crear obligaciones ni ataduras. Supone firmeza en poseer lo justo y necesario. Esta actitud de no acumulación aparta al yogui del deseo material logrando que todos los esfuerzos se encaminen hacia el objetivo final.
Cuando el yogui se establece con firmeza en la abstención de riquezas surge en él todo el conocimiento sobre “el cómo y el porqué” de la existencia (Yoga Sutras II.39).


Niyamas (preceptos individuales)


Las observancias son: limpieza, contentamiento, ascetismo, estudio de sí mismo y devoción al ser supremo.

1. Sauca: limpieza, pureza, cuidado del propio cuerpo y de lo que le rodea. Nuestro entorno refleja e influye en nuestro interior. Hay que acentuar la limpieza y el orden en todo lo que nos rodea. Cuanto más consideremos nuestro entorno como un templo, más nos acercaremos a lo Divino. La limpieza o purificación en sentido amplio, śauca, es una actitud personal básica que permite apreciar la imperfección personal y social a fin de alentar el trabajo hacia su eliminación. La limpieza conduce al deseo de protección del propio cuerpo evitando el contacto negativo con cualquier otro.
La limpieza produce además, purificación mental, alegría, atención, dominio de los sentidos y capacidad para la autoobservación (YS.II.41).

2. Santoya: contentamiento, voluntad de aceptar lo que se presenta, lo cual conduce hacia la gratitud. La gratitud y la satisfacción conectan con el sentido de santoya. Santoya es algo mas que un simple conformismo pues no es una actitud pasiva sino una actitud de aceptación del “aquí y ahora” para impedir la fuga evasiva hacia el pasado añorado o hacia el futuro ideal de un sueño.
El contentamiento sirve para desarrollar la ecuanimidad y la humildad, adoptando una actitud totalmente altruista, de desapego ante lo material, todo lo cual llega a proporcionar, por contra, gran satisfacción.
A través del contentamiento se obtiene felicidad insuperable (YS.II.42).

3. Tapas: disciplina, ardor en las propias aspiraciones, fuego, uso del poder de elección para superar tamas, la inercia, y desarrollar un fuerte sentido de plenitud. Tapas es ascetismo, autodisciplina, fuerza de voluntad, devoción austera hacia la práctica. Significa practicar manteniendo la serenidad ante los opuestos; para ello es preciso desarrollar una gran fuerza de voluntad basada en el interés y la autodisciplina. Correctamente practicado no supone sufrimiento, sino un fuerte sentido de plenitud.
A través del ascetismo, mediante la destrucción de las impurezas, perfección del cuerpo y los sentidos (YS.II.43).

4. Svadhaya: estudio de sí mismo, estudio de textos. Dedicar cierto tiempo cada día para reflexionar y aprender de nuestras acciones. Leer obras inspiradoras que pueda asimilar nuestra conciencia.
La autoinvestigación metafísica, svadhaya, se fundamenta, en general, en buscar el máximo acercamiento a la comprensión de la realidad utilizando la reflexión y el estudio. Profundizando en el estudio de sí mismo se avanza hacia la conciencia de la propia ignorancia fundamental.
A partir del estudio de sí mismo surge la conexión con la deidad personal (YS.II.44).

5. Isvarapraṇidhana: renuncia a los frutos de nuestras acciones, sumisión a lo Absoluto. No es la acción lo que cuenta, sino la intención que se esconde detrás. Hay que encontrar la forma de hacer que las acciones surjan del amor auténtico y ofrecerlas a lo Divino. Esto conduce a la liberación ante el apego y las ilusiones de éxito y fracaso. La sumisión a lo absoluto, el desprendimiento, supone el abandono de todos los frutos de la acción en favor del Sí Mismo Especial (īśvara, Dios, Totalidad, Ello, lo Absoluto, etc) a que se hace referencia en los Yoga Sutras; con esta recomendación se persigue actuar correctamente, con el fin de cumplir con el propio deber, por el deber mismo.
A través de la devoción al ser supremo se logra plenamente la interiorización completa (YS.II.45).