Chakras y kundalini


“Chakra” se traduce del sánscrito como "remolino o rueda" y son vórtices o centros vitales que se encargan de generar, absorber, acumular, transformar y distribuir las energías en el organismo.
Realizan la comunicación y el intercambio entre el cuerpo sutil y el cuerpo físico. Por medio de los Chakras, el Prana (cuando se escribe con mayúsculas se refiere a la energía cósmica) puede ser absorbido y transformarse en energía vital para el cuerpo físico o convertirse en energía psíquica (pensamientos, emociones, etc.). Los chakras son el puente por donde la energía se transmuta y pasa de un plano a otro según las diferentes necesidades y momentos de la vida cada persona.

Cada Chakra está relacionado con un determinado nivel de conciencia, abarcando desde los aspectos instintivos (Chakras inferiores), el plano de lo afectivo (Chakras intermedios), y las cualidades más sutiles de la conciencia intuitiva (Chakras superiores). La vibración energética también varía de uno a otro. La del Chakra base (Muladhara) es la más lenta, aumentado la velocidad y sutilidad en cada centro, a medida que se asciende hacia Sahasara, el chakra superior.
Cuando se realiza una concentración directamente sobre el chakra, automáticamente se establece una corriente pránica hacia él y el consecuente incremento de su actividad.

En la estructura del ser humano existen infinidad de Chakras, pero siete son los más importantes, y con los que se trabaja en las prácticas de Yoga. Estos Chakras principales están alineados en el eje central y son los siguientes:

1- Muladhara, situado en el perineo/cérvix, y que es la residencia de kundalini.
2- Swadhisthana, ubicado en la base de la columna.
3- Manipura, situado al nivel del ombligo.
4- Anahata, localizado a la altura del corazón.
5- Vishuddhi, situado a la altura de la nuez.
6- Ajna, situado en el centro del cráneo a la altura del entrecejo.
7- Sahasrara, localizado en la parte superior de la cabeza (la coronilla).

La Kundalini o el poder de la serpiente es una concentración de energías divinas y primordiales cuyo despertar es la raíz y corazón del Yoga. Se trata de nuestro potencia espiritual dormido. Tiene su base en el primer Chakra (Mûlâdhâra) y se encuentra simbólicamente enrollada tres veces y media alrededor de él.
La finalidad del Hatha Yoga es despertar a la serpiente y desenroscarla dirigiéndola hasta el séptimo Chakra para unir cuerpo y espíritu en un intento de integrar los dos principios opuestos de materia y espíritu, tierra y cielo, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano individual. En términos tántricos estos principios serían shiva (el principio masculino) y shakti (el principio femenino).
En el proceso de la evolución espiritual, cuando la kundalini despierta, se eleva en un movimiento espiral y, a su paso por Sushuma Nadi, el canal central, va activando los diferentes Chakras, generando niveles de conciencia más elevados. Culmina su viaje en Sahasrara, donde se funde con la Conciencia Pura, produciendo el estado de Conciencia Cósmica (Samadhi).
Como los chakras suelen estar bloqueados, funcionando a un nivel muy bajo, antes de despertar la kundalini, deben ser purificados y ajustados a las altas frecuencias vibratorias que tendrán que soportar. Una vez realizada la adecuada preparación la kundalini podrá subir correctamente y lograr su destino sin ocasionar problemas.
El trabajo sobre los centros psíquicos o Chakras debe ser motivado por un ideal estipiritual puro y altruísta, de elevación de la consciencia y entrega hacia lo alto.