Postura del arco
El ombligo que fue el centro de alimentación al comienzo de la vida toma ahora contacto con la tierra. Mis brazos y piernas se elevan buscando el equilibrio. Alcanzado el punto máximo sostengo el aliento, como si el tiempo se detuviera y me preparara para lanzarme hacia un fin espiritual.
El arte del tiro al blanco es siempre una cuestión de vida o muerte en la medida en que invita al arquero a luchar consigo mismo. El vuelo de la flecha espiritual es un trayecto y un surgimiento a la vez, pasando de una completa oscuridad subterránea a los reinos de la luz espiritual, es decir su propia iluminación.
“Y Dios dijo: coloco mi arco en las nubes y el servirá como signo de alianza entre yo y la tierra” Génesis. (En referencia al arco iris).
El dios hinduista del amor Kama (en occidente Cupido) quiere tirar directo al corazón para impregnar el blanco de amor y asegurar que la especie se perpetúe.
Para el hinduismo la silaba mística OM es el arco, la flecha es su espíritu y el Si Mismo el blanco.
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Asanas y Pranayamas