VALOR
No tomes las experiencias de
la vida demasiado en serio. Por sobre todo, no permitas que ellas te hieran ya
que, en realidad, no son sino sueños. Al desempeñar tu papel en la vida, jamas
olvides que éste no es sino un rol. Si las circunstancias en que te encuentras
son negativas y te es preciso soportarlas, no dejes que ellas se conviertan en
parte de ti. Ninguna pérdida que experimentes en este mundo puede ser en
realidad una pérdida para tu alma. Así pues, confía en Dios y desecha toda
aprensión, ya que esta paralizará tus esfuerzos por alcanzar el éxito y atraerá
hacia ti aquellas precisas condiciones que temes. La naturaleza entera operará
a tu favor si te encuentras en armonía con Dios. Y, mediante tu propia
realización de esta verdad, te convertirás en el amo de tu propio destino.
CALMA
Sabiendo que eres un hijo de
Dios, resuélvete a permanecer siempre en calma, no importa cuáles sean las
circunstancias que te rodean. Si permites que tu mente se identifique
completamente con tus labores externas, no podrás sentir la presencia divina en
tu interior. Pero si cultivas la calma y la receptividad al Señor aun en medio
de tus actividades, estarás trabajando en la forma correcta. Cada vez que un
enjambre de preocupaciones intente invadir tu mente, no te dejes perturbar por
ellas sino que mantén la calma, mientras buscas la solución adecuada. Destruye
toda preocupación con el poderoso antídoto de tu paz. La paz no puede ser
comprada; debes aprender a cultivarla en tu interior, en la quietud de tus
prácticas diarias de meditación. Incluso cuando considere que has alcanzado la
mas honda calma y recogimiento interno, sumérgete aún mas en ellos. Es en las
profundidades del silencio donde recibirás las respuestas de Dios a todos los
problemas de tu vida.
LEALTAD A DIOS
Dios se encuentra presente en todos los seres. Pero en el
corazón de las personas de mentalidad espiritual, que le son fieles y para
quienes El es el centro de todos sus pensamientos, el Señor se expresa en forma
mucho mas definida. Debes manifestar la perfección de tu alma. Recuerda que
todo poder mental, toda paz y prosperidad, provienen de El, quien es la
verdadera fuente de cuanto bien existe en la vida. Si te mantienes leal a Dios,
te será posible alcanzar la unión con El. La lealtad atraerá hacia ti la
atención del señor. Confía en la omnipresencia divina y, aún en medio de las
tempestuosas olas de las tribulaciones, te será posible conducir certeramente
la embarcación de tu vida hasta las playas de Dios.
EL DESTINO
La predestinación no existe; cada uno de nosotros forja su
propio destino. El Señor te ha dotado de libertad para abrir o cerrar tus
puertas a su divino poder. Recuerda que tu fortaleza para sobreponerte a las dificultades
es siempre mucho mayor que todos los problemas que pueden presentársete.
Incluso tus errores pueden ser enmendados, mediante el uso de la capacidad del
raciocinio y la fuerza de voluntad que Dios te ha dado. Lo primero que debes
hacer es decidirte: y, una vez que has adoptado una resolución, mantente firme
en tu propósito hasta haberlo cumplido. Discipínate y te será posible despertar
tus poderes espirituales ahora dormidos. Reconquista tu divinidad. Une tu
consciencia a Dios, y recibe tus bendiciones directamente de las manos divinas.
FIRMEZA EN LAS
PRUEBAS
Por qué habrías de sucumbir en el río de la vida, cuando las
violentas temepestades de la tribulación te acosan? Conviértete en un experto
barquero: aprende a bogar confiadamente a través de las tumultosas aguas de la
existencia, hasta alcanzar las seguras playas de Dios. “Aquel que resista hasta
el fin se salvará” (Mateo 10:22).Al trabajar y hacer planes para el futuro,
recuerda que es Dios quien está trabajando a través de ti. Deberías obrar con
la mente llena de gozo, desentendiéndote de toda experiencia desagradable.
Fortalece tu voluntad, y te será posible controlar las circunstancias, en lugar
de dejarte dominar por ellas A través del servicio a los demás y mediante la
práctica de llevar a cabo aquellas cosas que te parecería imposible realizar,
desarrollarás tu fuerza de voluntad y
crecerás así en resistencia y fortaleza.
FELICIDAD INTERIOR
La felicidad consiste escencialmente en una actitud mental,
y depende solo muy secundariamente de los factores externos. Así pues, no
permitas que los embates de la pobreza, la enfermedad, o el pesar extingan tu
felicidad. Busca, en cambio, en tu interior, y encontrarás allí la suprema
fortaleza que necesitas para vencer cuanto obstáculo o tentación puedan
presentársete. El secreto para despertar ese indomable poder que se oculta
dentro de ti consiste en permanecer siempre alegre, incluso en medio de
circunstancias adversas. Es solamente cuando pierdes la ecuanimidad mental que
te vuelves vulnerable al sufrimiento. Así pues, cada vez que las llamas de las
dificultades te acosen, recurre al bálsamo de la alegría y aplícalo hasta que
logres restaurar la calma y el equilibrio en tu ser.
Ver biografía del Maestro Paramahansa Yogananda
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