El sánscrito


El sánscrito es la lengua más antigua de las lenguas indoeuropeas y, según la tradición del yoga, es la lengua más antigua de la humanidad. Sam se traduce como bien y kritam como hecho. La palabra sánscrito viene de la palabra sánscrita samskritam, que quiere decir perfecto, pulido, completo. Se considera que el sánscrito es una lengua sagrada que fue revelada a la humanidad por los sabios y videntes quienes pusieron en sonidos su experiencia mística.
Ha sido una lengua sagrada porque contiene las escrituras antiguas de la India, que son repetidas una y otra vez por su conocimiento y sabiduría pero también por su poder vibracional. Cada una de las 51 letras del sánscrito tiene una vibración bella y cósmica, que resuena en consonancia con la realidad suprema. A cada letra se le llama una bijakshara, semilla de esta realidad. No se puede pensar en el yoga sin pensar en sánscrito y vice-versa. El sánscrito es yoga porque se dice que es energía divina en una estructura de sonido y porque nos conecta con el absoluto.
También porque, se ha dicho, sus vibraciones son las mismas que las vibraciones naturales de las células de nuestro cuerpo y de nuestros cuerpos sutiles. Son las vibraciones esenciales de todo lo que existe y tienen un poder de sintonizarnos con la inteligencia cósmica y de esta manera de sanar, equilibrar y de elevar la conciencia
Es claro es que ha sido un vehículo de la civilización india y de su búsqueda de la realización espiritual. De ser una lengua hablada pasó a ser una Devabashan, una lengua sagrada que sigue siendo estudiada por propósitos académicos o espirituales, y transmitida de generación en generación dentro la cultura tradicional india como constitutiva de sus fundamentos culturales. Se ha mantenido intacta durante miles de años, aseguran autoridades de la disciplina, a diferencia de otras lenguas que tienen un origen histórico, y evolucionan y se transforman.
Es el lenguaje de las escrituras sagradas de la India antigua y de textos médicos, astronómicos, matemáticos, jurídicos, científicos. En esta lengua fueron compuestos los Vedas, los Upanishads, el Mahabharata, el Bhagavad Gita y el Ramayana. También en sánscrito están textos centrales de la cultura india como sus fábulas e historias y los textos centrales de sus filosofías como el Samkhya, el Yoga o la tradición del Vedanta, y escritos científicos como la gramática de Panini.
Se dice que cada nombre en sánscrito describe una cualidad y que vibra con esa cualidad. Para la tradición filosófica india, el mundo fue originado a partir de un sonido primordial: el mantra Ohm. En el mismo orden de ideas, las vibraciones construyen el mundo, le dan forma, lo determinan y transforman. La materia no es sino la manifestación gruesa de formas de energía más sutiles. Por esto la importancia que se le da a la palabra, a los sonidos, a los cantos, a los rezos, a los pensamientos, emociones y hasta a los estímulos y la alimentación. Todos son considerados formas de energía que vibra en una frecuencia determinada y, que según su nivel de vibración elevado o bajo, tienen un impacto determinado en el mundo.
El yoga, como diferentes prácticas y estilo de vida, busca siempre un nivel de vibraciones positivas, armoniosas y más cercanas a la trascendencia. Por ejemplo, el Nada Yoga, el yoga de sonidos sagrados, es una manera de armonizar y estimular los chakras y demás cuerpos sutiles. Los mantras son una de las formas más directas de alcanzar un estado meditativo donde la mente alcanza el silencio necesario para lograr el balance. El sánscrito no solo ha transmitido el conocimiento: sus sonidos mismos constituyen una herramienta del yoga para elevar el estado de conciencia y de armonizarlo con el universo.